lunes, 18 de mayo de 2015

La capacitación… una fórmula mágica.

Aporte de Jorge Garcia

¿Tienes problemas en las ventas? ¿Tu equipo de servicio al cliente dejo de sonreír? ¿El líder se convirtió en capataz? ¿Quieres fortalecer el trabajo en equipo? ¿Debes preparar a tus colaboradores para la nueva visión de la empresa?


…La solución:


 


- ¡Capacita!, solicita presupuesto para un taller externo con nombre “rimbombante”, detén la operación por 8 horas, eleva tus costos y disfruta de una buena comida en un hotel.


Pues, ¡no es cierto!
 
El concepto de construir una organización que aprende (utopía de muchas empresas hoy en día), va mucho más allá de capacitar.  Está comprobado que el desarrollo de una persona adulta se basa más en la experiencia, practica, repetición y constante retroalimentación. Si bien es importante la capacitación como iniciador de un cambio o aprendizaje, el peso que tiene en el resultado final del proceso de aprendizaje de un adulto es únicamente el 10% (exagerando).

- Pero y ¿Qué paso con la magia de la capacitación?
- No existe tal cosa. La capacitación no es una fórmula mágica, no es la solución a todos los problemas desempeño y/o adaptación de los colaboradores. Ni es la única y mejor forma de aprender del ser humano, especialmente del adulto.

Poco a poco los profesionales de Recursos Humanos han ido tomando un rol protagónico en la estrategia de las empresas. Fortaleciendo una estructura organizacional que responde a las necesidades del negocio en el mercado actual. Ahora es común encontrar en la agenda de reunión de directores temas de recursos humanos referentes al clima organizacional, cultura y desarrollo.

El concepto de desarrollo en las empresas nació en su forma más primitiva: Capacitación. La inversión y el presupuesto destinado para este rubro poco a poco comienza a incrementarse en la medida que la organización alcanza resultados luego de ser implementado un proyecto de desarrollo. Sin embargo (la mayoría de las veces) la capacitación es considerada como un solo evento, mas no como un proceso de aprendizaje constante. Asumir que una persona, por  haber asistido a un curso, es 100% competente y está listo para entregar los resultados esperados con una mínima curva de aprendizaje… es algo idealista, incoherente e injusto de exigir.

La evolución del concepto de desarrollo nos debe llevar MAS a la creación de culturas y menos de plataformas tecnológicas, MAS Coaches y menos capacitadores, MAS retroalimentación y seguimiento, y menos eventos, capacitaciones y talleres. No se trata de eliminarla por completo, sino darle su lugar e importancia en el proceso de desarrollo de las personas.

Así que cada vez que consideres invertir en la implementación de un proyecto de capacitación, pregúntate a ti mismo:

¿Está lista mi organización para aprovechar la inversión?
¿Cuento con la cultura ideal para darle soporte e impulso al aprendizaje?
¿Qué resultados espero? ¿Cómo voy a medirlos?
¿Quién se encargara de retroalimentar y entregar feedback en el proceso de implementación de lo aprendido?
 
Pero sobretodo: Es claro que una capacitación, aunque tenga ejercicios prácticos, es pura teoría… asi que la pregunta principal que debes hacerte es…
 
- ¿Qué voy a hacer YO para que las cosas sucedan?

... y por favor:

 
 
Aporte de Jorge Garcia

1 comentario:

  1. La clave esta en realizar un adecuado proceso de detección de necesidades de capacitación orientado en alcanzar los objetivos organizaciones de manera que no caigamos en la tentación de comprar los "enlatados" que nos vende el mercado de las capacitaciones...Aclaro que no es que no este de acuerdo con la variedad de temas que nos ofrecen los diferentes proveedores sino mas bien realizar un estudio a conciencia de si lo que me ofrecen como la solución a mi necesidad es lo que me acerca a cumplir mis objetivos. De manera que se haga visible el retorno de la inversión a traves de los resultados...He dicho !

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